hypertension

Dra. Andréa Araujo Brandão

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1. Hipertensión y diabetes: una asociación de alto riesgo cardiorrenal

Más de 1 billón de personas tienen hipertensión (HTA) en el mundo y la prevalencia estimada para el 2025 es de 1.5 billón personas con HTA. La presión arterial elevada es la principal causa de muerte prematura y representa casi 10 millones de muertes en el 2015 debido a cardiopatía isquémica en la mayoría de los casos.

Además, entre los hipertensos menos del 50% son conscientes de su condición, dentro de ellos solo el 40% son tratados y menos de 15% están controlados. En la mayoría de los casos los pacientes además de hipertensión tienen otras enfermedades como diabetes en 20 a 25%, o factores de riesgo como sobrepeso u obesidad en 80% de los casos.

Estos pacientes tienen necesidades médicas no cubiertas comunes:
– Falta de control de la presión arterial (PA)
– Alto riesgo de complicación cardiovascular (CV) y renal
– Mala adherencia
– Reducción de la esperanza de vida

Muchos factores de riesgo pueden conducir a enfermedades micro y macrovasculares que se pueden agravar en complicaciones CV comunes para los hipertensos y diabéticos:
– Aterosclerosis
– Disfunción endotelial
– Inflamación vascular
– Fibrosis vascular
– Remodelación arterial

2. Objetivos de presión arterial

El primer objetivo que se debe lograr para un paciente hipertenso es el control de la PA. Este control es clave para la prevención de los eventos CV. Las guías ESC-ESH 2018 recomiendan objetivos de presión arterial más bajos para casi todos los hipertensos. Para la presión arterial diastólica, el rango es de 70 a 80 milímetros de mercurio para todos los pacientes.

Otros aspectos son muy importantes cuando elegimos una estrategia terapéutica antihipertensiva:
– La potencia de reducir la presión arterial es importante y los objetivos de presión arterial recomendados son más bajos ahora (el ensayo SPRINT apoyó esta recomendación)
– Un tiempo ideal para llegar al control de la PA de 3 meses
– Un control de 24 horas

Para lograr estos objetivos las guías de la ESC/ESH recomiendan empezar el tratamiento con una combinación dual, preferiblemente en una píldora y debe incluir un bloqueador del RAAS, un BCC o un diurético. Si no se logra el control de la presión arterial, se optará por una combinación triple con un inhibidor de la ECA o ARB más CCB más diurético.

Las combinaciones fijas en una sola píldora permiten: (Figura 1)
– Mayor eficacia
– Mejor adherencia
– Mejor tolerabilidad
– Reducción del riesgo vascular

Efectos de las combinaciones en eventos cardiovasculares

Recomendaciones para los hipertensos diabéticos

Estas recomendaciones son para los pacientes hipertensos diabéticos. Además de los objetivos de presión arterial comunes se recomienda iniciar un tratamiento con una combinación de un bloqueador de RAAS más un CCB, o un diurético tiazida o similar a tiazida. (Figura 2)